“Que tu energía vital sea el faro que guíe tus acciones más audaces.”

La energía no es solo la capacidad de hacer cosas, sino la fuerza vital que impulsa nuestra existencia, nuestra pasión por vivir y lograr.

Dirigir esa energía conscientemente hacia nuestras metas es lo que marca la diferencia entre existir y prosperar. Piensa en ella como la corriente que alimenta tu nave personal. Si la diriges con propósito, como un faro que ilumina el camino, podrás navegar a través de las tormentas y alcanzar puertos desconocidos y prometedores.