“Cultiva la chispa interior; es el faro que disipa las brumas del desánimo.”

Dentro de ti reside una llama inextinguible, un fuego que anhela ser nutrido. Esta chispa, esa fuerza vital, es tu motor personal, tu fuente de impulso cuando el camino se vuelve sombrío.

Como un jardinero cuida de sus plantas, dedica tiempo a avivar esa brasa. Lee, reflexiona, busca aquello que enciende tu espíritu. Permite que esa luz interior se expanda, iluminando no solo tu propio sendero, sino también el de quienes te rodean. Es el aliento que transforma la apatía en acción.