“La chispa de la motivación no se enciende con la espera, sino con el primer paso decidido.”

La chispa de la motivación no se enciende con la espera, sino con el primer paso decidido. A menudo, nos paralizamos ante la magnitud de una tarea, esperando el momento perfecto o la energía mágica que nos impulse. Sin embargo, la verdadera energía se genera al comenzar, al dar esa primera acción, por pequeña que sea.

Piensa en escalar una montaña. No miras la cima y te asustas, miras el primer sendero. Ese primer paso rompe la inercia y crea su propio impulso. Es el acto inicial el que disipa las dudas y construye el momentum necesario para seguir avanzando.

Este aliento diario nos recuerda que la proactividad es el combustible de la inspiración. No busques la motivación para empezar; empieza para encontrar la motivación. Cada movimiento hacia adelante es una victoria, un faro que ilumina el camino y genera la energía que necesitas para continuar.