“Encuentra la fuerza en tu propia resistencia, como el junco que se dobla ante el viento sin romperse.”

La verdadera fortaleza no reside en la rigidez, sino en la flexibilidad. La capacidad de adaptarnos y mantenernos firmes ante las adversidades es una forma poderosa de motivación.

Reflexiona sobre la imagen del junco: se inclina ante el embate del viento, cede un poco para no ser arrancado. Cuando el viento pasa, vuelve a erguirse. Esta resiliencia es un gran impulso.

Permite que los desafíos te doblen, pero no te rompan. Usa tu capacidad de adaptación como una fuente de fortaleza, y descubre el ánimo que proviene de saber que puedes navegar las dificultades sin perder tu esencia.