“El impulso matutino es el aliento que aviva tu potencial.”

La motivación al despertar es el primer soplo de aire, el aliento que aviva la llama latente de nuestro potencial, preparándonos para la jornada.

Piensa en un brasero que contiene brasas aún calientes. Necesitan un soplo de aire fresco para reavivar el fuego y que vuelva a arder con intensidad. Tu potencial es ese brasero, y el impulso matutino es el aire que lo hace brillar.

Este estímulo diario te invita a aprovechar esa primera oleada de energía y claridad. No permitas que el sueño o la inercia apaguen esa chispa inicial; úsala para encender un día productivo y lleno de propósito.