“Tu mayor combustible es la chispa interna que enciende tu propósito.”

Este pensamiento profundiza en la fuente intrínseca de la motivación. No se trata de fuerzas externas que nos impulsan, sino de esa llama personal, esa pasión que arde en nuestro interior y nos da la energía para seguir adelante.

Es el fuego que no se apaga ante la adversidad, la brújula que nos guía cuando el camino se nubla. Es el reconocimiento de que cada uno de nosotros posee un motor único, alimentado por lo que realmente nos importa.

Encuentra esa chispa, avívala con convicción y deja que ilumine cada paso de tu jornada. Ese estímulo interno es inagotable, una fuente de poder constante.