“Despierta con la chispa que aviva tu fuego interior, no con la ceniza del ayer.”

Esa llama que te mueve, esa pulsión que te impulsa, reside en ti. No permitas que los tropiezos pasados la ahoguen. Cada jornada es una invitación a avivarla, a alimentarla con la determinación y la pasión.

Recuerda la vez que lograste algo que parecía imposible; esa misma fuerza reside hoy en ti, esperando ser invocada. Deja que el presente sea el combustible y tu visión el soplido que mantenga viva esa lumbre.