“Encuentra en el latido de cada instante el estímulo para alzar el vuelo.”

Cada segundo que respiras es una oportunidad para despegar. No mires solo el horizonte lejano, sino el aire bajo tus alas ahora mismo. El aliento que te sostiene es el mismo que te impulsa hacia arriba.

Piensa en el ave que, antes de su gran migración, practica vuelos cortos, sintiendo la fuerza del viento en sus plumas. Cada pequeño ejercicio de tu voluntad te prepara para el gran viaje. Siente la energía vital en cada latido y úsala como impulso.