“La felicidad es la melodía secreta que solo el corazón sabe silbar.”

La felicidad no es un destino al que se llega, sino una forma de viajar. Es esa resonancia interna, ese compás privado que cada uno lleva consigo, una melodía que se compone con las notas de nuestros momentos más genuinos.

Imagina un músico solitario al amanecer, improvisando una pieza que solo él comprende, pero cuya belleza emana y transforma el aire. Así es la felicidad; un arte personal, un silbido del alma que, aunque inaudible para otros, llena de gozo a quien lo emite.