“El placer de aprender es una mariposa que revolotea en el jardín de la mente, desplegando alas de dicha.”

La curiosidad y el deseo de conocimiento son motores fundamentales de la felicidad. Cada nuevo descubrimiento, cada habilidad adquirida, abre puertas a experiencias enriquecedoras y expande nuestro universo. Este constante aprendizaje nos brinda un placer intelectual y una profunda satisfacción, alimentando un gozo que florece en la expansión de nuestra propia comprensión del mundo.