“La plenitud no es la ausencia de vacío, sino la conciencia vibrante de la propia totalidad.”

La Conciencia de la Totalidad

Esta frase redefine la felicidad como plenitud, no como la erradicación de cualquier sentimiento de falta, sino como la profunda conciencia de nuestra propia completitud. El bienestar reside en reconocer nuestra totalidad.

Piensa en un círculo perfecto. No tiene principio ni fin, es completo en sí mismo. Cuando dejamos de buscar "algo más" afuera y volvemos la mirada hacia adentro, descubrimos la abundancia que ya poseemos, una fuente de gozo.

Esta alegría intrínseca, esta satisfacción, se manifiesta al abrazar todas nuestras partes, incluso aquellas que consideramos imperfectas, reconociéndolas como esenciales para nuestra totalidad.