“El gozo es la chispa que enciende el camino cuando la oscuridad parece consumir el horizonte.”

En los momentos de adversidad, cuando las sombras parecen alargarse y el camino se vuelve incierto, el gozo se presenta no como una ausencia de dificultad, sino como una fuerza interna que ilumina nuestro sendero. Esta frase nos anima a buscar esa chispa, esa capacidad intrínseca de encontrar consuelo y esperanza, incluso en las circunstancias más sombrías.

Imagina estar en una cueva profunda, donde la única luz proviene de una pequeña vela. El gozo es esa llama, tenaz y resistente. No elimina la oscuridad por completo, pero la hace manejable, permitiéndonos ver los pasos a seguir. Es la resiliencia del espíritu, la satisfacción de seguir adelante a pesar de las adversidades, alimentada por una esperanza que arde en nuestro interior.