“El placer es el destello fugaz pero intenso de la novedad que ilumina la rutina.”

El placer a menudo se esconde en las grietas de lo cotidiano, en esos momentos inesperados de novedad que rompen la monotonía. Es como un relámpago en una noche estrellada, un destello efímero pero brillante que nos recuerda la vitalidad de la experiencia. Buscar pequeñas novedades, cambiar un hábito o probar algo nuevo, puede encender esas chispas de placer que avivan el alma.