
“La dicha es un refugio que no necesita paredes.”
Hay lugares que no se construyen, se sienten. La dicha es uno de ellos. Es ese rincón invisible donde el alma descansa, sin necesidad de techo ni muros.
Como una sombra fresca en medio del desierto, el bienestar aparece cuando más lo necesitamos, sin pedir permiso.
“La alegría es el hogar que llevamos dentro.”