
“La alegría es un juego que no tiene reglas, solo ganas de jugar.”
Cuando éramos niños, jugábamos sin pensar en ganar. Solo por el placer de movernos, de reír, de inventar. La alegría es ese juego eterno que no envejece.
Recuperar el gozo es volver a jugar sin miedo, sin metas, sin juicios. Solo por el gusto de estar vivos.
“El placer es el juego que nunca termina.”