
“El placer es el lenguaje secreto del alma resiliente”
Incluso en medio de las adversidades, un espíritu fuerte encuentra destellos de alegría. La resiliencia no es la ausencia de dolor, sino la capacidad de seguir adelante y redescubrir el bienestar. Es como una flor que brota entre las rocas, desafiando las limitaciones y pintando el paisaje con su color y vitalidad.