“El gozo reside no en la posesión, sino en la apreciación del viaje.”

Esta frase nos invita a reconsiderar nuestra percepción de la felicidad. No se trata de acumular logros o bienes materiales, sino de encontrar alegría y bienestar en cada paso del camino.

A menudo, nos enfocamos tanto en la meta final que olvidamos disfrutar el presente. La verdadera satisfacción se encuentra en el proceso, en las pequeñas victorias y en las lecciones aprendidas a lo largo del trayecto.

Cultivar la apreciación por el viaje implica practicar la gratitud, vivir con atención plena y encontrar placer en las experiencias cotidianas. Al hacerlo, desbloqueamos una fuente inagotable de dicha y transformamos la búsqueda de la felicidad en un estilo de vida.