“Permite que tu espíritu vuele, pues la ligereza del ser es el pasaje hacia la dicha inmensurable.”

Despojarse de cargas innecesarias, tanto físicas como emocionales, es esencial para experimentar la verdadera alegría.

Cuando dejamos de lado el peso de las preocupaciones, los rencores o las expectativas ajenas, nuestro espíritu se libera, permitiéndonos elevar y flotar con una ligereza que abre las puertas a un gozo sin límites. Piensa en un globo aerostático que, al soltar sus anclas, asciende suavemente hacia el cielo azul, libre y expansivo. Esa sensación de libertad, esa ligereza del ser, es el vehículo hacia una dicha inmensurable.