“El fulgor de la felicidad reside en la chispa de la gratitud.”

Esta frase conecta directamente la felicidad con la gratitud, sugiriendo que el reconocimiento por lo que tenemos es lo que ilumina nuestra existencia. El **bienestar** surge de apreciar las bendiciones, grandes o pequeñas.

Imagina un campo de luciérnagas en la noche. Cada pequeña luz contribuye a la magnificencia del conjunto. De manera similar, cada acto de gratitud, cada detalle por el que damos gracias, enciende una luz que ilumina el camino hacia el **gozo**.

No se trata de poseer mucho, sino de apreciar lo que se tiene. Es esa sensación de **dicha** que brota al reconocer el apoyo de un amigo, la belleza de un amanecer o la simple salud. La gratitud es la chispa que enciende la llama del **placer**.