“La dicha reside en el eco de tus pasos al ritmo de tu alma.”

Esta frase sugiere que la verdadera felicidad no es un destino al que se llega, sino una resonancia interna. Es la armonía que encontramos cuando nuestras acciones cotidianas están alineadas con nuestros valores y pasiones más profundas. Como un eco que se propaga en una caverna, la dicha se amplifica en nuestro interior cuando vivimos auténticamente.

Imagina caminar por un sendero boscoso. Si cada paso resuena con el canto de los pájaros y el susurro del viento, sientes una conexión profunda, una dicha serena. No necesitas buscarla activamente; simplemente escuchas su melodía en el compás de tu propia existencia.