“El perdón es el aire fresco que disipa el humo del resentimiento, permitiendo que renazca el gozo.”

Liberar la carga del rencor es un acto de amor propio que abre las puertas a la *felicidad*.

Considera un río que se limpia de escombros para poder fluir libremente. Perdonar, tanto a otros como a uno mismo, es un acto de purificación del alma. Este proceso nos permite reconectar con el *gozo* inherente a nuestra naturaleza, generando un profundo *bienestar* y una *satisfacción* liberadora.

Es el *placer* de despojarse de pesadas cadenas, permitiendo que la *alegría* vuelva a circular.