“El corazón que ama es un lienzo infinito donde se pintan las constelaciones del otro.”

Esta bella imagen sugiere que el amor expande nuestra percepción y capacidad de asombro. El afecto profundo nos permite ver la complejidad y la belleza del ser amado, como si descubriéramos un universo entero en cada persona. Es un proceso de contemplación continua y de admiración sin límites.

Cuando estamos enamorados, el ser amado se convierte en un cosmos personal. Cada gesto, cada pensamiento, cada rasgo de su personalidad es una estrella, un planeta, una nebulosa que pintamos en nuestro lienzo interior. El cariño es el pincel y la pasión, los colores vibrantes que dan vida a esta obra maestra.