“El amor es el alquimista que transmuta la soledad en compañía, y la duda en confianza.”

La llegada del amor puede ser un verdadero milagro, capaz de transformar nuestros estados anímicos más oscuros. Donde antes existía un vacío, ahora florece la calidez de la presencia; donde reinaba la incertidumbre, ahora se erige la fortaleza de la fe mutua.

Es como un proceso de transmutación interna, donde el cariño actúa como el catalizador. El apego se construye sobre esta seguridad ganada.

La pasión se alimenta de la certeza.