“Amar es crear un refugio en el otro, un santuario de afecto donde el alma descansa.”

Esta frase concibe el amor como un espacio seguro y protector, un lugar íntimo donde las personas pueden encontrar consuelo y descanso emocional, fortaleciendo el apego.

Imagina una tormenta afuera, pero dentro de una casa, el calor y la seguridad prevalecen. El amor actúa como ese refugio, un santuario donde podemos bajar nuestras defensas y ser vulnerables. El afecto del otro nos brinda esa sensación de hogar, permitiendo que nuestra alma se relaje y encuentre paz en la intimidad compartida.