“La devoción en el amor es el eco silencioso de un compromiso eterno.”

Más allá del arrebato inicial del enamoramiento, la devoción habla de un amor que ha echado raíces y florece en la constancia. Es ese gesto cotidiano, esa escucha atenta, ese sacrificio desinteresado que, aunque a menudo no se verbaliza, resuena en el corazón con la fuerza de una promesa cumplida. Piensa en la paciencia de un jardinero cuidando su planta más preciada, sabiendo que la belleza verdadera se revela con el tiempo y la dedicación.