“La entrega en el amor es el soltar de las velas para dejarse mecer por la corriente del compartir.”

La entrega en el amor no es una rendición, sino una invitación a fluir juntos, a confiar en el viaje que la conexión propicia.

Es como permitir que las velas de un barco se abran al viento, dejándose llevar por la fuerza natural de la corriente que comparten. Implica soltar el control rígido y permitirse ser sostenido, confiando en la dirección que la relación toma cuando ambas partes se abren al flujo mutuo.

Esta disposición a compartir el mismo destino, con la misma confianza y receptividad, es lo que permite que el viaje se vuelva verdaderamente enriquecedor y profundo.