“El amor es la arquitectura invisible que sostiene los pilares de la confianza.”

La confianza no se construye con ladrillos y cemento, sino con la delicadeza y solidez de los actos de amor.

El amor actúa como el arquitecto que diseña los planos, y cada gesto de honestidad, cada palabra de apoyo, cada acto de respeto, son los pilares que se levantan para sostener esa estructura vital. Es la previsibilidad segura de la bondad del otro, lo que da estabilidad a la relación.

Sin esta arquitectura amorosa, la confianza se resquebrajaría, dejando a la relación expuesta a los vientos del desengaño. Es el amor, en su forma más práctica, el que da cimientos a la fe en el otro.