“El enamoramiento es el primer trazo, la devoción, la obra maestra completa.”

El enamoramiento, esa explosión inicial de euforia, es la promesa de un lienzo en blanco. Pero es en la devoción sostenida, en los detalles cotidianos, donde se pinta la verdadera obra de arte del amor.

Piensa en los antiguos artesanos que pasaban años perfeccionando una estatua. El amor duradero requiere esa misma paciencia y dedicación. Cada pincelada de entendimiento, cada capa de perdón, construye la profundidad y el carácter de una relación que trasciende el momento.