“El afecto es el sol que nutre la flor de la esperanza en el jardín de la vida.”

Este sentimiento cálido y constante impulsa el crecimiento y la vitalidad.

De manera similar a cómo la luz solar permite que las plantas florezcan, el afecto irradia una energía positiva que fomenta el bienestar. Es la presencia reconfortante que disipa las sombras y da fuerza para seguir adelante, recordando siempre la belleza del ciclo vital.