“En el jardín del amor, la empatía es la semilla que germina la comprensión.”

El amor florece mejor cuando cultivamos la habilidad de ponernos en el lugar del otro, de sentir con el otro. La empatía es el nutriente esencial que permite que las raíces del cariño se hundan profundamente y den fruto a la comprensión mutua.

Este afecto se nutre de la disposición a entender las motivaciones y los sentimientos del ser amado, incluso cuando difieren de los propios. La devoción se demuestra al validar las experiencias del otro. El enamoramiento se consolida al crear un espacio de confianza donde la vulnerabilidad es bienvenida.

Piensa en un jardinero que, al ver una planta delicada, la riega con cuidado y la protege del sol abrasador. La empatía es ese cuidado amoroso hacia el alma del otro.