“El amor es el eco del alma resonando en la eternidad.”

El alma, esa chispa inmaterial que nos define, encuentra en el amor su resonancia más pura. No es un simple sentimiento pasajero, sino una vibración que trasciende el tiempo y el espacio, un eco que se perpetúa. Imagina dos almas gemelas que, al encontrarse, reconocen una melodía ancestral que las une, una sinfonía que solo ellas pueden escuchar y que se amplifica en cada gesto, en cada mirada. Este apego invisible es el que hace que el amor se sienta eterno, un lazo inquebrantable que desafía las vicisitudes de la vida.