“Donde florece la devoción, la duda se marchita como hierba seca.”

La devoción en el amor es la tierra fértil que erradica cualquier atisbo de inseguridad o desconfianza, permitiendo que la confianza crezca sin impedimentos.

Es un apego tan arraigado que los miedos pierden su fuerza, al igual que una planta con raíces profundas resiste la sequía. Esta entrega total es la que permite que el enamoramiento alcance su máxima expresión, un jardín de certezas donde el afecto reina supremo.