“Donde el viento de la duda intenta apagar la llama de tu propósito, la resistencia es el fuelle que la aviva.”

Ante las adversidades, es fácil sentir que nuestros propósitos se desvanecen como una vela en una ventisca. Sin embargo, la verdadera determinación no es la ausencia de vientos en contra, sino la capacidad de avivar la llama interna con cada embate.

Piensa en un marinero que navega en plena tormenta. Su meta no es evitar las olas, sino mantener el rumbo, utilizando la fuerza del mismo viento que amenaza con desviarlo. Esa resistencia es lo que le permite llegar a puerto, transformando el caos en camino.