“El camino hacia la excelencia está pavimentado con innumerables intentos exitosos.”

La perseverancia no es un golpe de suerte, sino el resultado de una dedicación constante. La excelencia se construye a través de la constancia y la tenacidad en cada intento.

Imagina a un artesano puliendo una gema. Con cada pasada del abrasivo, con cada movimiento preciso, la piedra adquiere un brillo mayor. Su determinación es la que perfecciona la obra.

Esta firmeza en el proceso, esta resistencia a la impaciencia, es lo que revela la belleza oculta. La persistencia es el secreto de la maestría.