“La firmeza del carácter es el ancla que nos sujeta cuando las mareas del desánimo intentan arrastrarnos.”

La tenacidad se manifiesta como un baluarte interno, una fortaleza inquebrantable que nos permite mantener el rumbo incluso en medio de la incertidumbre.

Piensa en un viejo árbol cuyas raíces se hunden profundamente en la tierra, desafiando los vendavales más intensos sin ser desarraigado.

Esta fuerza interior es la que nos impulsa a seguir adelante, a no sucumbir ante las dificultades que inevitablemente encontraremos en nuestro viaje.