“La tenacidad es el cincel que pule la piedra bruta de los sueños.”

Incluso los diamantes más deslumbrantes comienzan como carbón, sometidos a la presión implacable y al paso del tiempo. Nuestra propia determinación es esa fuerza transformadora.

No se trata de poseer un talento innato deslumbrante, sino de la firmeza con la que continuamos nuestro camino, puliendo nuestras habilidades y superando cada obstáculo que la vida nos presenta. Cada golpe de ese cincel, por minúsculo que parezca, nos acerca a la gema que anhelamos ser.