
“La tenacidad es el cincel que pule la roca del destino.”
La vida a menudo nos presenta desafíos tan duros como la piedra, obstáculos que parecen insuperables. Sin embargo, la tenacidad, esa fuerza interna que nos impulsa a seguir adelante sin ceder, actúa como un cincel incansable. Con cada golpe de esfuerzo, con cada intento fallido que nos enseña y nos fortalece, vamos esculpiendo nuestro camino y dándole forma a nuestro destino, revelando la belleza oculta en la materia prima de nuestras experiencias.