“Sé la roca que, pulida por la marea, nunca cede ante la fuerza del océano.”

La marea, con su incansable vaivén, intenta erosionar hasta la roca más firme. Sin embargo, algunas rocas, al ser pulidas por la fuerza del mar, no solo resisten, sino que se vuelven más bellas y sólidas. Sé esa roca. Deja que la adversidad te pulir, pero nunca cedas ante su poder. Tu firmeza ante las embestidas de la vida es tu más grande triunfo.