“La tenacidad es la fuerza silenciosa que nutre la lumbre de la pasión.”

La pasión puede ser una chispa brillante, pero es la tenacidad la que actúa como el combustible silencioso que la mantiene ardiendo con intensidad, incluso cuando el viento de las dificultades intenta apagarla. Es el murmullo constante que alimenta el fuego.

Esta resistencia en la dedicación es lo que permite que la pasión no se extinga. Es la firmeza en el compromiso, la constancia en el cuidado de aquello que amamos, asegurando que la lumbre interior nos guíe y nos impulse con energía constante.