“La tenacidad es el alba que despunta tras la noche más oscura.”

Cuando la oscuridad parece eterna y las estrellas de la esperanza se han ocultado, es la tenacidad la que actúa como el primer y tenue resplandor del alba. No es una luz cegadora, sino un prometedor amanecer que rompe la uniformidad de la noche.

Piensa en los exploradores que, perdidos en una noche sin luna, confían en la orientación de un mapa gastado o en el instinto de supervivencia para seguir avanzando. Su esperanza reside en la creencia de que el sol, eventualmente, regresará.

Esta perseverancia es la fe en la luz venidera, la que nos impulsa a dar un paso más cuando todo parece inútil, sabiendo que cada momento en la oscuridad es un paso más cerca del inevitable y reconfortante amanecer.