“El ecosistema del progreso florece bajo el sol implacable de la perseverancia.”

Imagina un jardín que requiere sol para crecer, pero a veces ese sol es abrasador. El progreso es el ecosistema que prospera bajo esa intensidad.

La perseverancia es el sol implacable que nutre el crecimiento. La tenacidad y la resistencia son los mecanismos que permiten a las plantas adaptarse y florecer bajo condiciones que podrían ser perjudiciales para otras. Es la determinación de seguir buscando la luz, de seguir absorbiendo la energía, incluso cuando esta es abrumadora, lo que permite que el ecosistema del progreso se desarrolle plenamente.