“El valor no está en no tener miedo, sino en la tenacidad de actuar a pesar de él.”

Considera a un valiente guerrero que, aunque siente el frío del miedo en sus entrañas, empuña su espada con tenacidad. El miedo no desaparece, pero su voluntad de luchar es más fuerte.

La perseverancia reside en esta capacidad de seguir adelante, no por la ausencia de obstáculos internos, sino por la resistencia y la valentía de enfrentarlos. Es la determinación de actuar, de dar el siguiente paso, a pesar de la voz que susurra la duda.