“Donde la perseverancia siembra sus raíces, la victoria florece inevitablemente.”

Piensa en un árbol joven luchando por echar raíces en un suelo rocoso. Sus primeras etapas son difíciles, pero su persistencia en penetrar la tierra es lo que le permitirá crecer fuerte y dar frutos.

La constancia es esa fuerza vital que ancla nuestros esfuerzos. La determinación es lo que nutre esas raíces, permitiéndonos soportar las inclemencias del tiempo. Es la certeza de que, con paciencia y resistencia, lo que hoy es una pequeña semilla, mañana será un árbol frondoso y victorioso.