“El tesón es la savia que nutre la semilla del propósito hasta que florezca.”

El propósito, al igual que una semilla, requiere cuidado y nutrición para germinar y florecer. El tesón es esa savia vital, que fluye de manera constante, proporcionando la energía y el sustento necesarios. En los momentos de sequía o de oscuridad, es el tesón el que asegura que la semilla no se marchite, sino que continúe su crecimiento interno hasta que, finalmente, rompa la superficie y despliegue sus pétalos al sol.