“La **determinación** silenciosa labra el camino hacia las cumbres que la **tenacidad** escala.”

Esta frase celebra la perseverancia como una fuerza que no necesita alardes. Se trata de un compromiso interno, una resolución silenciosa que guía nuestros pasos hacia metas elevadas.

La determinación, el primer paso, es la convicción profunda de que el objetivo es valioso. Luego, la tenacidad, la constancia inquebrantable, nos permite superar los obstáculos y mantenernos en el camino, incluso cuando la cima parece lejana.

Imaginemos una montaña: la determinación es el mapa que elegimos, la tenacidad, la fuerza en nuestras piernas que nos impulsa a seguir adelante. La persistencia ante la adversidad es la clave para alcanzar nuestras metas, sin importar cuán desafiante sea el ascenso. Es la resistencia que nos permite levantarnos después de cada caída y seguir avanzando con firmeza.

• Determinación: El mapa.
• Tenacidad: La fuerza.
• Cima: La recompensa.