“Cada intento fallido es un ladrillo más en el edificio de tu futura conquista, si te reúsas a abandonarlo.”

La persistencia transforma los fracasos en cimientos. Cada intento que no alcanza el éxito es, en realidad, un paso más hacia la meta final, siempre y cuando se mantenga la determinación.

Visualiza la construcción de una catedral antigua. Cada piedra, cada viga, requería incontables horas de trabajo y, a menudo, implicaba errores o contratiempos. Pero la constancia de los constructores, su firmeza en el plan, erigió monumentos eternos.

Es la resistencia a la rendición lo que convierte los obstáculos en escalones.