“La semilla de la grandeza germina en el sustrato de la paciencia inquebrantable.”

Contempla una semilla enterrada en la oscuridad de la tierra. Su crecimiento es lento, imperceptible, pero constante. La frase sugiere que los logros verdaderamente significativos no nacen de la impaciencia, sino de la capacidad de nutrir nuestras aspiraciones con la firmeza de esperar el momento oportuno, confiando en el proceso.