“La tenacidad es la alquimia que transmuta el esfuerzo en resultado.”

Imagina a un antiguo alquimista, rodeado de retortas y hornos, obsesionado con transformar el plomo en oro. Su proceso implicaba calor constante, paciencia infinita y la creencia inquebrantable en la posibilidad de la transformación.

La tenacidad es esa alquimia moderna. El "plomo" son tus esfuerzos diarios, a menudo tediosos y sin resultados inmediatos. La "alquimia" es tu capacidad de mantener esos esfuerzos a lo largo del tiempo, aplicando calor con tu empeño y paciencia con tu resistencia. El "oro" es el resultado deseado, esa meta que, gracias a tu proceso incansable, finalmente se materializa.