“Hoy, concéntrate en la melodía de tus acciones, no en el ruido de las distrículas que buscan apagar tu concierto personal.”

Tu vida tiene una sinfonía única, y cada día es una oportunidad para interpretar tu partitura. Este estímulo te anima a enfocar tu atención en la armonía de tus propias acciones, ignorando las discordias externas que intentan interrumpir tu concierto personal.

Imagina que tus metas son las notas musicales y tu esfuerzo la ejecución. El mundo puede llenarse de cacofonías, de distracciones que pretenden desintonizarte. Pero tú, con tu ánimo interno, puedes elegir seguir la melodía de tu propósito, creando tu propia obra maestra sonora.