
“Tu resiliencia es el músculo invisible que te eleva.”
Como un árbol que se dobla ante la tormenta pero no se quiebra, tu fortaleza se forja en la adversidad. Ese ánimo interno, esa capacidad de recuperarte y crecer después de los embates, es tu arma secreta. Cada día es una oportunidad para fortalecer ese músculo y levantarte más alto.